VÉRTIGO

Fui contactado por una empresa para saber si podía cubrir un viaje aéreo en helicóptero sobre las zonas afectadas por los desbordes de los ríos y constantes derrumbes a lo largo de la carretera de penetración al nororiente “Fernando Belaúnde”. Se trataría de sólo un día, sin pensarlo dos veces acepté la comisión; no sin antes solicitar a mi jefe el permiso al centro de labores para que me permitiera realizar este encargo.


La salida tuvo un retraso de hora con veinte minutos y viajamos por tierra hasta Piura para embarcarnos allí, desde el Grupo Aéreo número 7. Este viaje duró aproximadamente una hora con cuarenta minutos. El motivo? Casi 160 km. por hora.Los vehículos que venían en sentido contrario en plena panamericana, parecían figuras espectrales al momento de cruzarse con nuestra movilidad.En ambos lados de la pista y por largos tramos el panorama era el mismo: acumulación de aguas producto de los desbordes de canales o ríos. En esta gráfica ni la canchita de fútbol se salvó.

Con movilidad particular siempre me gusta viajar de copiloto, en esta ocasión sabiendo que iríamos tres opté por el asiento posterior y así tener un mejor panorama y en tres diferentes ángulos. El Río Piura cargado con sus amenazantes aguas.
Los insectos que se cruzaron en nuestro camino se llevaron la peor parte. Incluyendo estos… bueno sólo restos de libélulas.
El viaje fue vertiginoso, pero cuando al fin llegamos a la Base Aérea, grande fue nuestra sorpresa: el helicóptero en el que sobrevolaríamos todavía no terminaban de repararlo. Nos informaron que al día siguiente por la mañana saldría nuestro vuelo.
Mientras tanto hospedado en un acogedor hotel continúo anotando las incidencias de este viaje.

Continuará…….

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